Si nuestra doctrina debiera resumirse en forma de proposición, quizá diríamos que, en general, el principio de nacionalidades es legítimo cuando tiende a unir, en un conjunto compacto, grupos de población dispersos, e ilegítimo cuando tiende a dividir un estado.
Maurice Block en Lalor, Cyclopedia of policial science.
miércoles, 1 de mayo de 2013
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