jueves, 27 de noviembre de 2008

Una temporada en el infierno.

Un artículo de Fernando Savater, en el país.

Lo comprendo, para qué vamos a engañarnos: Iñaki Arteta es un pájaro de mal agüero. No le demos más vueltas. Los pájaros de mal agüero se caracterizan socialmente porque les rodea el respeto formal y el rechazo real. Tal es el caso de Iñaki, por lo menos hoy, cuando ya ha "triunfado", si me perdonan la expresión irónica. Al principio era peor, porque se le rechazaba sin mostrarle el mínimo respeto. Su primer cortometraje le valió ciertamente un premio, pero en Nueva York, mientras que aquí le costaba su puesto en una institución pública vizcaína (en manos de nacionalistas, disculpen la redundancia). Poco a poco, sin desanimarse, ha continuado con su labor de denuncia filmada del padecimiento de las víctimas del terrorismo nacionalista vasco y ahora sus documentales son aceptados -al menos de labios para afuera- por casi todo el mundo.

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El documental de Arteta sobre el exilio vasco ha sido recibido con una "indiferencia marmórea"

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La película se proyecta en apenas media docena de cines en toda España

Los tiempos han cambiado y ya nadie se atreve a rechazar como crispación el retrato de la realidad en boca de quienes más la sufren: la verdad sigue siendo un fastidio político -siempre lo ha sido- pero hoy resulta peligroso negarla. A Iñaki Arteta se le da la razón, como a los niños y los locos, se le celebra como testigo y se le rechaza para todo lo demás. Qué razón tiene, qué fastidioso es.

Ahí tenemos por ejemplo el destino público de su último documental, El infierno vasco. Los medios de comunicación le conceden unánimes una sucinta reverencia: muy bien, impresionante documento, pobre gente que-mal-lo-pasa. Y a otra cosa. La película se proyecta en poco más de media docena de cines en toda España. En el País Vasco, donde podría suponerse mayor interés por el asunto, sólo se verá en un cine de Bilbao y otro de Vitoria (en San Sebastián no ha podido aún estrenarse, dedicada como está nuestra urbe a preparar su candidatura como futura capital cultural europea, je, je).

En cuanto a su audiencia, me remito a un testigo presencial -Xabi Larrañaga, en su excelente artículo publicado en Deia, 9-XI-08: "El viernes 28 personas asistimos a la narración del exilio de 30 paisanos, lo cual demuestra que aquí todo es posible, incluso la paradoja de una sesión de cine donde hay más protagonistas en la pantalla que espectadores en la sala... Esos 30 testimonios son el reflejo condensado de infinitos dramas, pero diré más: la presencia de sólo 28 espectadores en el único sitio de Bilbao donde se puede ver el filme también es el reflejo de un drama colectivo, una indiferencia marmórea ante lo que está pasando delante de nuestras narices".

Por lo que yo sé, en los demás pocos cines del resto de España en que se ha proyectado el documental la asistencia ha sido semejante. Indiferencia marmórea, como bien señala Larrañaga. Para encontrar el "no lo sabíamos" con que las víctimas de la opresión y la discriminación se ven entregadas a su suerte por los oportunistas o los cobardes no hace falta remontarse al franquismo ni al nazismo: lo oímos a cada momento en España o en Europa quienes queremos hablar de la omnipresencia cotidiana del terrorismo en Euskadi, del agobio del nacionalismo obligatorio, de los abusos de la imposición lingüística, etcétera. Y no estamos hablando de fechorías ocurridas en tiempo de nuestros padres o abuelos, sino de las que pasaron ayer y siguen pasando hoy. Muchos de quienes denuncian virtuosamente la paja de la resignación ante los crímenes de hace medio siglo llevan con naturalidad la viga de la suya ante los que se cometen bajo sus narices.

Precisamente de esto trata el documental de Iñaki Arteta. No es otro alegato contra ETA sino contra las actitudes sociales y políticas que han completado la labor de segregación e intimidación comenzada por el terrorismo. Los protagonistas que cuentan su drama en El infierno vasco lo dejan muy claro: no se habrían ido de su tierra, de su hogar y de su trabajo si hubieran encontrado verdadero apoyo por parte de sus conciudadanos y de las autoridades en lugar de fórmulas reticentes de condolencia. En muchos casos -clérigos, profesores, ertzainas, empresarios, concejales...- recibieron más amonestaciones por su conducta díscola que solidaridad activa y combativa por parte de quienes tenían la obligación de respaldarles. Pero la tiranía no se refuta compadeciendo a sus víctimas sino derrocando a los tiranos. Por ejemplo, uno de los empresarios que finalmente tuvo que huir para no pagar resume así su caso: "Me han echado de mi tierra, he padecido dos infartos por su culpa pero no les he dado ni una pela: con mi dinero no se han comprado ni una bala ni se han tomado un solo pintxo". Si todos hubieran obrado así, de ETA sólo quedaría ya la triste memoria. Pero con esos elogiados empresarios que se avienen a pagar para no marcharse -sufriendo, eso sí, muchísimo, porque nunca se paga a gusto- tenemos terrorismo para rato. En uno de sus iniciativas más valientes y acertadas, Garzón decidió intervenir judicialmente contra ellos porque es cierto que no se debe tratar a las víctimas como a verdugos, pero tampoco considerar simples víctimas a quienes financian para escaquearse a los verdugos de todos.

Contrasta el cortés hastío que rodea a las víctimas actuales de ETA, es decir, a quienes han tenido que huir del País Vasco y a quienes hoy sufren todavía allí opresiones y extorsiones, con el interés que rodea a Roberto Saviano y su interesante libro Gomorra, sobre el que acaba de estrenarse una película más frecuentada que la de Iñaki Arteta. Ni que decir tiene que Saviano es un hombre de lucidez y coraje que merece todo el apoyo que podamos brindarle. Y que sufre una amenaza especialmente temible (secundada desde luego en parte por una ciudadanía cómplice en su tierra natal) que hace su vida difícil y muy expuesta. Por decirlo con William Irish: no quisiera estar en sus zapatos. Pero en su nada envidiable y meritorio calvario hay cosas que a Saviano le serán ahorradas. No creo que nadie le diga -al menos en público- que la culpa de sus males es suya, por crispador y bocazas. Y no tendrá que leer en el editorial de un periódico lamentos acerca del número de camorristas presos, como debemos soportar los demás sobre la triste suerte de los mafiosos etarras: así en Insensibilidad (en Deia, 11-11-08, al día siguiente del artículo de Xabi Larrañaga, quizá para compensar), bajo el epígrafe "la inmensa mayoría de la sociedad vasca permanece indiferente ante la realidad de que 750 ciudadanos y ciudadanas acusados o condenados por vinculación con ETA se encuentran en la cárcel", se asegura que "no es posible tal acumulación de personas encarceladas en una democracia sana". Por lo visto en las democracias más saludables los asesinos, sus cómplices y quienes les jalean son celebrados como héroes del pueblo. Menudo panorama.

Que no desagrada probablemente a Alfonso Sastre, quien se ha unido al debate sobre la memoria histórica ('Sobre la memoria histórica y la calavera de García Lorca', Gara, 12-11-08) para sostener que "hay que distinguir entre amnistías buenas y malas; y éstas -las malas- son las que pretenden que sean olvidados los grandes crímenes de los poderosos (opresores) o cometidos bajo su inspiración, y buenas las que van a favor de los oprimidos". Quizá conceptualmente la argumentación no es muy sólida pero tiene a su favor decir claramente lo que otros mascullan. Pues bien, ojalá en el País Vasco, cuando acabe definitiva y realmente la violencia de los terroristas (que son hoy los poderosos y opresores), se establezca una convivencia políticamente polémica pero pacífica entre nacionalistas y no nacionalistas. Aspiro a que mis improbables nietos vivan en cualquier ciudad vasca, en la avenida Xavier Arzalluz esquina Mayor Oreja. Quizá 50 o 60 años después de acabar la matanza surjan rentabilizadores literarios o cinematográficos para exponer con gallardía póstuma lo que hoy se silencia. Y a lo mejor aparece alguien con la pretensión de juzgar entonces lo que no se llevó en su día a los tribunales. Por si en ese futuro la salud no me acompaña, me uno preventivamente a los "reaccionarios" que en tal caso prefieran mirar hacia el futuro compartido que al pasado hostil. Pero en cambio hoy todavía es tiempo de dar la batalla: no para desenterrar muertos, sino para impedir que se entierre en vida en la ciénaga del silencio y la indiferencia social a quienes han padecido y padecen el nacionalismo obligatorio.

lunes, 24 de noviembre de 2008

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El huerto en casa.

Hace años, el que podía, alardeaba de consumir productos de otros países. Más tarde lo bueno era lo de España, después lo de Catalunya, con el tiempo lo mejor estaba en nuestra ciudad...Y últimamente la calidad está en la calle donde vivimos. A este paso acabarenos todos con el huerto en casa y las gallinas en el balcón.
El mundo es muy grande y la mente de algunos muy pequeña...

martes, 18 de noviembre de 2008

Más madera...

Noticia publicada en e-notícies.

El president de la Secció Filològica de l’Institut d’Estudis Catalans, Joan Martí, ha dit a RAC1 que "en un mitjà de comunicació s’hauria de partir de la base que aquella persona que no té una competència molt bona de la llengua que sigui, en aquest cas de la catalana, se li ha de recomanar que es retiri d’aquesta funció fins que no tingui aquesta compètencia. Digui-n’hi sanció econòmica o destinació laboral diferent”

"Hem arribat a rebaixar tant el llistó que ara, referint-nos estrictament als mitjans de comunicació, un bon comunicador és aquell que coneix bé la llengua catalana. En un altre país, això és inconcebible. Com vol dir? És que hi ha possibilitat de pensar que hi pugui haver un comunicador que no conegui bé la llengua italiana, o la francesa o l’anglesa? No, no. Partim de la base que un bon comunicador domina la llengua.”

“Ja sé que pot sonar fort, ho hem de relativitzar. Però no podem contínuament anar dient ‘com que som una llengua subordinada, amb molta interferència de l’espanyola, etcètera, tolerem-ho tot"”. “Acceptem que som una llengua amb les circumstàncies que hem viscut i, per tant, amb uns resultats determinats en el seu ús social, però acceptem també que avui dia l’escola ensenya la llengua a tothom. I, per tant, si un vol, la llengua l’aprèn bé.”

domingo, 16 de noviembre de 2008

martes, 11 de noviembre de 2008

Mans netes.

Noticia publicada en la Voz de BCN.

El ex consejero de Gobernación de la Generalidad, Joan Carretero, ha cobrado durante casi dos años 129.739 euros anuales, de los que 97.739 corresponden a sus sueldo como médico de atención primaria en Puigcerdá, y 32.000 a un complemento como codirector del Hospital Transfronterizo de la Cerdaña, todavía en construcción.


Resumiendo el adalid de la regeneración democrática ha cobrado por un puesto que no existe.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Chufas y trufas.

Artículo de María Jesús Cañizares en el ABC.


Izquierda política: dícese de aquellos partidos que consideran prioritario el progresismo y la consecución de la igualdad social. Es posible que al Gobierno tripartito -PSC, ERC e ICV-no le gusten las etiquetas porque en el ejecutivo que preside José Montilla es difícil encajar progresismo con coches oficiales de lujo o hacer compatible la igualdad social con las subvenciones que promueve el nacionalismo.
Anecdótico o no, el caso del «coche tuneado» del presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, ha puesto en evidencia la política de gastos de las administraciones catalanas, cuando menos de dudosa utilidad. Lo ha hecho en plena crisis económica y de ahí, la tormenta política social y política. Porque el derroche del tripartito no es nuevo y existen precedentes de partidas presupuestarias que rozan lo absurdo -informes adjudicados a dedo para estudiar la chufa o diseñar un parchís-, que trascienden las fronteras patrióticas -embajadas en el exterior o subvenciones a escuelas instaladas en Francia- o que podrían humillar al propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que cobra la mitad que su compañero de filas, el presidente Montilla.
Estos son sólo algunos ejemplos de la gestión de un tripartito que nació en 2003 con el propósito de dar un toque de austeridad a la Generalitat, en contraposición a un Gobierno de CiU, a su juicio caracterizado por el exceso de personal y el favoritismo en la concesión de subvenciones. Cinco años después de que la izquierda asumiera el mando de la Generalitat, el número de altos cargos ha pasado de 149 a 242, el personal al servicio de la Generalitat roza las 180.000 personas -en 2003 ascendía a 126.510- y el personal de confianza eventual asciende a 323, frente a los 227 de hace cinco años. Algunos asesores cobran como directores generales, unos 87.000 euros al año. Asimismo, el presidente Montilla ha decidido subirse el sueldo en base a un supuesto convenio laboral, a pesar de que votó a favor de congelar el sueldo de los diputados del Parlamento catalán.
Es precisamente en este hemiciclo donde también se han adoptado algunas decisiones controvertidas. Benach ha sabido rectificar y retirar los extras instalados en su «Audi 8», pero persiste un acuerdo, firmado por todos los grupos políticos, que permite a los consejeros de la Generalitat que todavía conservan el acta de diputado, cobrar dietas por desplazamiento pese a tener coche oficial. Este es el caso de Josep Lluís Carod-Rovira, que al residir en Tarragona, percibe una cifra mayor, 30.156 euros al año, que la que cobra por ejemplo el ecosocialista Joan Saura, quien recibe 21.605 euros porque su domicilio está situado en Barcelona.
La Generalitat gastó en 2007 un total de 31 millones de euros en informes adjudicados a dedo, algunos de dudosa utilidad
«Feng Shui»
Saura fue muy crítico con la decisión del republicano Benach de gastarse 9.200 euros en accesorios para su coche oficial, pero muchos recordaron al consejero de Interior los 31 millones de euros gastados en la remodelación de las dependencias de su departamento, cifra que incluye la aplicación de técnicas «Feng Shui», convencido de que el color y la colocación del mobiliario contribuye a aumentar la productividad y mejorar el ambiente laboral.
De Saura, que también dirige el área de Relaciones Institucionales, dependen muchas campañas institucionales. La más reciente, denominada «Som-hi», es estrictamente corporativa y no tiene ninguna finalidad informativa, pero ha costado nada menos que 1.019.828 euros.
Y Saura otra vez fue el encargado de elaborar, a petición del PP, la relación de informes técnicos encargados a dedo a personal externo afín al tripartito y que, en 2007, supuso un gasto de 31 millones de euros. Informes que, por otro lado, podrían haber sido realizados perfectamente por funcionarios de la Generalitat cuyo volumen, como se ha dicho, ha aumentado en los últimos años de gobierno tripartito.
Cuando ABC divulgó los títulos de algunos informes, el malestar se convirtió en indignación: «La evaluación de la población del pescado azul», 140.000 euros; «Estudio, factores y manejo del cultivo de la chufa», 11.965 euros; «Estudio sobre plantas aromáticas, trufa negra y pasto de los Pirineos», 156.400 euros; «Seguimiento de la concha brillante», 27.956 euros. El pitorreo que vino después, no tiene precio. La Fiscalía de Cataluña investiga si el Gobierno catalán incurrió en algún delito.
Uno de los departamentos que más dinero mueve es el de Vicepresidencia, dirigido por el republicano Josep Lluís Carod-Rovira. El presupuesto de 2009 contempla 2,2 millones de euros para delegaciones, oficinas y misiones en el exterior, cifra que supone un aumento del 63% respecto al año anterior. Carod tiene previsto abrir «embajadas» el año próximo en México y Argentina, y sus responsables cobrarán lo mismo que Apel.les Carod, colocado por su hermano al frente de la oficina de la Generalitat en París: 87.569 euros al año.
Casas regionales
Carod-Rovira controla también las ayudas a entidades dedicadas a fomentar el catalán allende las fronteras. Durante la primera mitad de este año repartió seis millones de euros a colegios franceses, «casales» o casas regionales distribuidas por todo el mundo o entidades deportivas minoritarias cuyo principal mérito es competir a nivel internacional, como la federación de bolos o la de fistball. Promocionar el nacionalismo a través del deporte es uno de los objetivos del departamento de Carod. La Asociación para el reconocimiento internacional de las selecciones deportivas catalanas ha cobrado 275.000 euros en esos seis primeros meses de 2008. De hecho, la Generalitat ha duplicado las ayudas que concedía el Gobierno de CiU.
Las ayudas al pancatalanismo se han convertido en un clásico. A lo largo de 2007, Vicepresidencia concedió subvenciones que superan los dos millones de euros a entidades con sede social en la Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón y el sur de Francia con la finalidad de fomentar la lengua la cultura y la identidad catalana en esos territorios.
Suma y sigue. Existe una partida convertida en saco sin fondo: el alquiler de oficinas. El tripartito gasta al año más de cien millones de euros, lo que dispara el coste en mensajería y seguridad hasta 23 millones de euros. La dispersión de las dependencias de la administración autonómica es uno de los motivos de esa cuantiosa cifra y del importante parque móvil que posee, 95 vehículos y 134 conductores en plantilla para dar servicio a sus más de 200 altos cargos. Además, el Gobierno catalán tuvo que subcontratar a una empresa de taxis de lujo, Litoral Limousines, para cubrir los servicios a los que no llegaba la flota oficial. Todo ello con un coste en vehículos de 4,4 millones en 2007. El problema de dispersión fue solucionado en el País Vasco y Galicia con la creación de la «ciudad gubernamental» donde se concentran las oficinas.
Pero el Gobierno de Montilla ha encontrado una forma de sufragar parte de todos estos gastos: la imposición de multas a los comercios no rotulados en catalán. El tripartito lleva recaudados 241.475 euros desde 2003 tras imponer 420 sanciones. Esa política se enmarca en el fomento de la lengua catalana, que merece capítulo aparte, pues sólo en 2007, la Generalitat destinó 156 millones de euros. A destacar, una vez más, los 61 millones de euros otorgados en ayudas a entidades situadas fuera de Cataluña

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Más allá de nacionalismos, la rumba está para cantar la vida.

Entevista a Sabino Méndez en el Periódico de Catalunya.

Autor de un conjunto de canciones de rock, a finales de los años 80 abandonó al grupo donde tocaba: Loquillo y Los Trogloditas. Desde entonces, se ha dedicado a escribir. Hoy, coordina Retòrica de la rumba. Lletras i temes. Sociología del seu origen, en CaixaForum.

--¿Cuál es el origen de la rumba?
--En el fondo, es un patrón rítmico africano que ha viajado por el Caribe y se ha extendido incluso hasta Asia meridional. Estas regularidades rítmicas se encuentran también en la música de los balcanes.

--¿Cómo surge este ritmo en España y Catalunya?
--Con el nacimiento de las ciudades, los gitanos se instalan y dejan de ser nómadas. Además, con la llegada de los tocadiscos y grabadoras, se escuchan otros ritmos.

--¿Existe una rumba catalana?
--Los catalanes se lo quieren apropiar todo. Yo soy catalán, pero es así. Más allá de los nacionalismos, la rumba está para cantar la vida.

--Se había quedado olvidada.
--Por razones sociopolíticas, porque las letras no eran políticamente correctas. Por ejemplo, mi canción La Mataré fue censurada.

--¿Pero se puede hablar de grandes rumberos contemporáneos?
--No hay un inventor de la rumba. Igual que el rock tiene diferentes autores. Los grandes creadores son Antonio González Pescadilla y Peret.

--¿Hay coincidencias entre el rock y la rumba y el flamenco?
--Curiosamente, el rock y la rumba surgen en los 50. La rumba es la evolución urbana del flamenco.

--¿Cuál es el futuro de la rumba?
--El momento actual es buenísimo, porque los creadores de la rumba están vivos. Es como si Elvis Presley viviera todavía. Ha surgido ahora una nueva generación mestiza, desacomplejada, más formada, que practica este tipo de música. Se está venciendo el rechazo a estos ritmos.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Al revés que Franco

Carta al lector publicada hoy en El Periódico de Catalunya.

Soy catalán y español, las dos cosas, y demócrata. Por eso no entiendo por qué unos padres residentes en Catalunya no puedan matricular a sus hijos para que les den las clases en castellano. ¿Dónde está el bilingüismo? En los primeros tiempos de CIU había las dos opciones en las escuelas, y resulta que ahora el Govern está haciendo lo mismo que hizo Franco, pero al revés.

Juan Molina Sola
Rubí