Cuando Amin Maalouf habla de "identidades asesinas" o Amartya Sen estudia las relaciones entre "identidad y violencia", se están refiriendo a la utilización de los sentimientos de odio u hostilidad hacia "el otro", como medio de afirmar la identidad nacional, religiosa o grupal. Y, una vez constituida esa "identidad por reacción", resulta muy fácil manejarla políticamente.
La pasión del poder, JOSÉ ANTONIO MARINA
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